Enterrando lo olvidado
Por: María Barros, Diana Márquez
Fosas comunes ubicadas en la zona 27ª
Un
cementerio es un lugar destinado para enterrar a personas muertas; pero mucho
más allá de eso, es un lugar sagrado, en el que reposan recuerdos, por lo que
es común encontrarse a familiares y allegados de los fallecidos visitándolos en
fechas especiales y días ordinarios. El objetivo de estas visitas es mantener y
revivir anécdotas, realizar y renovar la decoración de la fachada de las
tumbas, por lo que encontrarse flores de
todos los colores, fotos, cadenas y muchos accesorios representativos que
contengan algún valor sentimental, es cotidiano; otra razón para visitarlo es
para tener charlas llenas de nostalgia, en las que desahogarse y contar lo que
les sucede en la vida diaria a los fallecidos es lo más común para mantener el
recuerdo intacto.
Los
cementerios a simple vista y a plena luz del día, son lugares muy silenciosos y
transitados, y el Calancala no es la excepción; sin embargo, en lo más
recóndito de este cementerio ubicado en la calle 51 #31 – 115, centro de
Barranquilla, hay una zona desolada, silenciosa y fría: la zona 27ª. Esta zona,
desconocida por muchos, tiene una historia oculta, triste y estremecedora, pues
allí reposan los restos de las personas que, prácticamente, han quedado en el
olvido. Se trata de personas que no fueron reclamadas por sus familiares y, por
lo tanto, fueron enterrados en fosas comunes. A ciencia cierta, no existe un
conteo de la cantidad de ellas que hay, pero en su interior hay personas
identificadas y no identificadas, indigentes y personas de toda clase social.
Zona en la que son enterrados los cadáveres que no son reclamados
Este
viernes 13 de marzo, la 27ª le dio la
bienvenida a seis nuevos cadáveres procedentes de Medicina Legal.
Se trata de seis hombres que no fueron reclamados desde octubre del año
anterior. Se desconoce lo que habrán hecho para terminar en el olvido, pero lo
cierto es que su triste destino era ser enterrados en una fosa común. Allí,
junto a las demás personas que no fueron reclamadas, estos seis hombres tendrán
un lugar para, finalmente, descansar, mientras que sus familiares ignoran que
allí permanecerán para siempre: sin nadie que los visite, los llore o los
recuerde.
Cadáveres de los seis hombres que no fueron reclamados en Medicina Legal
La
27ª seguirá recibiendo a aquellos que no tienen dolientes, por lo que no debe
ser un secreto que estas fosas seguirán en aumento, mientras que los
sepultureros seguirán allí: trabajando arduamente, cavando profundos huecos y
enterrando lo olvidado.
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